Si los protectores de pie originales le parecen demasiado sosos, ésta es la solución ideal: las finas placas de aluminio perfectamente plegadas con aspecto de hélice, precurvadas para encajar en una bonita calidad pulida, son más que un sustituto adecuado para alfombrillas y similares. La instalación también es muy sencilla. Basta con colocar las placas de chapa encima y utilizar los orificios existentes en el chasis (transferirlos a la placa de chapa desde abajo con un rotulador sharpie) o taladrar nuevos orificios desde arriba y unir la placa y el chasis mediante remaches o tornillos.