Las bujías de iridio NGK representan actualmente la solución técnica de mayor calidad. Llevan una aleación de iridio en el electrodo central, que se suelda mediante un proceso especial con láser. El metal precioso iridio es uno de los metales más duros del mundo. Su punto de fusión es de 2450 °C, por lo que es especialmente resistente a la erosión por chispas. El uso de este metal duplica por término medio la vida útil en comparación con las bujías de níquel convencionales.