Los pies de apoyo son un pequeño pero importante detalle que no debe faltar en ningún scooter. Evitan que el scooter vuelque y, en el peor de los casos, impiden que vuelque. La forma más fácil de quitar los pies viejos es con un cuchillo de cocina. Los nuevos pies de soporte se colocan simplemente en el extremo del soporte y se empujan a su posición final con el peso del scooter. Si los pies de goma le parecen demasiado inestables, puede optar por la versión de metal macizo. Además de su aspecto diferente, estos ofrecen un mayor valor de utilidad que los pies de goma, ya que estos pueden desgastarse con el uso frecuente.