Aparte del punto de conexión atornillada cerca de la pista, la pieza de conexión está oculta en el revestimiento de aletas del cilindro, prácticamente sin contacto. Esto significa que el calor de los gases de escape no se transfiere directamente al cilindro, sino que se canaliza directamente hacia el escape. Un truco que es sólo una de las muchas piezas del rompecabezas para garantizar que los motores, sometidos a elevadas cargas térmicas, puedan funcionar a pleno gas.
Hace tiempo que no está disponible para los raros motores de 160 y 180 cc, pero ahora vuelve a estarlo gracias a la iniciativa de Oliver Hellwig, de Grand Sport. En su programa de suministro también figura una pieza de conexión que sirve de adaptador para poder utilizar los sistemas de escape de 200cc en los motores de 160 y 180cc. Estos tienen un diámetro de tobera mayor.