Las boquillas KMT se fabrican en Inglaterra con gran precisión utilizando herramientas de relojería suizas. Un entusiasta equipo dirigido por el ingeniero Alan Baxter y el socio comercial europeo Patrick Adam / Chiemgau Tec Production fabrica las boquillas con una tolerancia máxima admisible de 0,005-0,010 mm. Se concede la máxima importancia a la reproducibilidad absoluta, por lo que todo el parque de máquinas está sujeto a una inspección y un mantenimiento constantes. Por ejemplo, todas las pinzas/manguitos utilizados para sujetar la pieza se limpian con regularidad y se sustituyen si es necesario antes de que se desgasten. El material de las boquillas también se selecciona cuidadosamente y se lleva a la temperatura necesaria antes de procesarlo.
Tras el acabado mecánico, las boquillas se desengrasan y se limpian con ultrasonidos. Se eliminan todas las impurezas, como virutas y depósitos de aceite. El último paso consiste en desengrasar al vapor y secar al vacío, seguido de un chorro de aire para garantizar una vez más que los orificios de las boquillas están limpios.
Tras la limpieza, se vuelven a probar muestras de cada lote para garantizar que todo cumple las especificaciones deseadas.
CONCLUSIÓN: Difícilmente encontrará en el mercado boquillas más precisas que las de KMT. Y el precio es sensacionalmente bajo.