A los 8 años, sin que sus padres lo supieran, desmontó el motor de una Moto Guzzi que estaba en el sótano.
El periplo automovilístico continuó con el automodelismo, 10 años de carreras muy intensas con varios títulos nacionales.
CRIMAZ - ADN de carreras para su Vespa
En aquellos años, la Vespa era simplemente un bonito medio de transporte.
Eso cambió bruscamente cuando pudo comprar una Vespa 50 Special en muy buen estado en 1990.
Desde entonces, esta pasión le ha cautivado y se ha implicado cada vez más, sobre todo en las carreras.
La pasión por las carreras y la preparación de los vehículos han sido siempre los principales objetivos de sus aficiones.
La ambición de estar a la vanguardia y veinte años de experiencia en el campo del diseño mecánico han sido de gran ayuda en el desarrollo de sus piezas.
Así nació CRIMAZ:
- Todos los productos han surgido de las carreras
- Realizados por los mejores fabricantes italianos
- Desarrollados según sus especificaciones